El Observatorio Vera C. Rubin, financiado por la Fundación Nacional de Ciencias y por la Oficina de Ciencias del Departamento de Energía, ambos de los Estados Unidos, ayudará a los astrónomos a definir los bordes de nuestra galaxia y a conocer el funcionamiento interno de las estrellas variables, mediante la observación de millones de estrellas de este tipo cuyo brillo varía en el tiempo. Todo ello, gracias a su capacidad para recopilar una cantidad de datos sin precedentes en el cambiante cielo nocturno del hemisferio sur.
