Nuevas observaciones de 2024 YR4, realizadas con el Very Large Telescope (VLT de ESO) del Observatorio Europeo Austral (ESO) e instalaciones de todo el mundo, han descartado prácticamente un impacto del asteroide con nuestro planeta. El asteroide ha sido monitoreado de cerca en los últimos meses, ya que sus probabilidades de impactar la Tierra en 2032 aumentaron a alrededor del 3%, la probabilidad de impacto más alta jamás alcanzada para un asteroide de tamaño considerable. Después de las últimas observaciones, las probabilidades de impacto se redujeron a casi cero.