Tras una importante campaña de observación que involucró a 12 telescopios, tanto terrestres como espaciales, incluidas tres instalaciones del Observatorio Europeo Austral (ESO), un equipo científico ha descubierto el origen del extraño comportamiento de un púlsar, una estrella muerta que gira a muy alta velocidad. Este misterioso objeto es conocido porque cambia entre dos modos de brillo casi constantemente, y se desconocía qué provocaba estas rápidas variaciones. Ahora se ha descubierto que las responsables de estos súbitos cambios son las eyecciones repentinas de materia del púlsar en períodos muy cortos.