Con la ayuda del telescopio WIYN de 3,5 metros ubicado en Kitt Peak, Arizona, los astrónomos lograron descubrir la órbita extrema de un exoplaneta que está camino a convertirse en un Júpiter caliente. Además de seguir una de las órbitas más alargadas de todos los exoplanetas, el cuerpo celeste órbita su estrella al revés, lo que da indicios sobre el misterio de la evolución de los Júpiter calientes.
