Utilizando datos de los telescopios James Webb y del Observatorio de Rayos X Chandra, ambos de la NASA, un equipo de astrónomos de NOIRLab, de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, descubrieron un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia ubicada apenas a 1.500 millones de años después del Big Bang, que consume materia a un ritmo fenomenal de más de 40 veces el límite teórico. A pesar de su corta vida, el festín del agujero negro podría ayudar a los astrónomos a explicar el veloz crecimiento de los agujeros negros supermasivos en el Universo primitivo.
