DÚO EN LA OSCURIDAD DE CONJUNTO ALMA

Las noches de invierno en la meseta de Chajnantor pueden dar sensación de aislamiento, pero no cabe la menor duda de que hay que compartir la maravilla de algunos de los cielos más secos y oscuros del mundo.

Esta imagen muestra dos de las 66 antenas que componen el conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), del que ESO es un socio, mientras trabajan juntas para observar los cielos en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas. Estas longitudes de onda son bastante difíciles de observar, ya que el vapor de agua de la atmósfera absorbe este tipo de luz y evita que llegue a la superficie. Para captarlas, los telescopios deben colocarse a altitudes muy altas, donde el aire es más seco y menos absorbente. Para ALMA, eso implica una elevación de 5000 metros.

Sobre el par de telescopios vemos la constelación de Orión (el cazador), identificable por su distintivo cinturón lleno de estrellas. El hombro del asterismo lo marca, en la zona derecha de la foto, la supergigante roja Betelgeuse, situada a poco menos de 650 años luz de nosotros. Betelgeuse es un objetivo prioritario para observaciones en longitudesde onda milimétricas y submilimétricas, al igual que la vecina Nebulosa de Orión.

Duo en la oscuridad

Las noches de invierno en la meseta de Chajnantor pueden dar sensación de aislamiento, pero no cabe la menor duda de que hay que compartir la maravilla de algunos de los cielos más secos y oscuros del mundo.

Esta imagen muestra dos de las 66 antenas que componen el conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), del que ESO es un socio, mientras trabajan juntas para observar los cielos en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas. Estas longitudes de onda son bastante difíciles de observar, ya que el vapor de agua de la atmósfera absorbe este tipo de luz y evita que llegue a la superficie. Para captarlas, los telescopios deben colocarse a altitudes muy altas, donde el aire es más seco y menos absorbente. Para ALMA, eso implica una elevación de 5000 metros.

Sobre el par de telescopios vemos la constelación de Orión (el cazador), identificable por su distintivo cinturón lleno de estrellas. El hombro del asterismo lo marca, en la zona derecha de la foto, la supergigante roja Betelgeuse, situada a poco menos de 650 años luz de nosotros. Betelgeuse es un objetivo prioritario para observaciones en longitudesde onda milimétricas y submilimétricas, al igual que la vecina Nebulosa de Orión.

 

Crédito: Y. Beletsky (LCO)/ESO

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